lunes, 9 de junio de 2014

Historias de viaje

Me he dado cuenta de que no soy buena para contar historias de mis viajes justo después de que acaban (o cerca a esa fecha). Vuelvo a la realidad y no atino a decir mucho salvo cosas como: pasé muy bueno, que pereza volver, conocí un montón, comí mucho, me fue bien, descansé, caminé mucho. Esto es lo que cualquiera puede decir de un viaje o de cualquier cosa en realidad. Me da pereza mostrar las fotos y la verdad es que no las muestro mucho. Ahora que hay whatsapp e instagram las comparto mas fácil y en el momento con algunos seres queridos y cuento algunas cosas "en caliente" pero en realidad, las historias y anécdotas de viaje se me vienen a la cabeza mucho tiempo después y cuando menos lo espero. Son una bacanería mis historias pa que!. He hecho muuuchas cosas y cosas increíbles pero muuuchas veces me da pereza contarlas inmediatamente despues del viaje y es mejor cuando salen en medio de conversaciones que tienen alguna relación con la historia. 

Por ejemplo, de mi viaje al sureste asiático no conté mucho apenas volví, (aunque puse cositas en este blog), a casi nadie le mostré las fotos y solo hasta años después voy contando historias, hay varias que aún no cuento. Lo mismo pasó con el primer viaje a Europa y con Isla Margarita y así. 

Me demoro un poquito en procesar y en contar todo, muchas cosas se me olvidan rápido y también me da como pena con la gente porque creo que nadie tiene tantas ganas de escucharle a uno un monologo de historias de viaje, pero la verdad es que es muy bacano cuando la gente quiere oír las historias que uno quiere contar pero lo mejor es haber vivido todas esas cosas las cuente o no

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