viernes, 31 de julio de 2015

Ya casi en Berkeley

Estoy a una semana de irme a vivir a Estados Unidos. Todavía me parece raro decir eso, aún veo como todo lejano el tema de irme a vivir fuera del país y a estudiar en Berkeley.

El camino ha sido largo y con altibajos. Hay días felices y muy bacanos y otros de mucho estrés. Irse del país cuando uno es un adulto con toda la vida organizada y andando es una cosa difícil. La ilusión de estudiar en una de las mejores universidades del mundo (que de paso es la mejor del mundo en lo que uno quiere estudiar), es una cosa muy bacana pero el trabajo es duro y los esfuerzos enormes.

Tengo sentimientos agridulces: estoy feliz por todo lo que se me presenta en el futuro cercano, porque parece que voy a hacer realidad un sueño por el que trabajé mucho pero también estoy melancólica y estresada. Me da duro dejar a J y me estresa toda la plata que le estoy metiendo a esto. No son decisiones sencillas, perseguir este sueño tan loquito y a veces como tan sin sentido no es una cosa fácil.

Ya casi me voy, parece que tengo casi todo listo aunque en Colombia las vueltas nunca terminan. Aún me falta definir ciertos detalles y empacar pero prácticamente en una semana estaré a un poco mas de 6 mil km de distancia de Bogotá, de mi amor y de lo que había sido mi vida los últimos 7 años de mi vida.

Creo que estoy un poquito loca y soy muy arriesgada haciendo esto. Confieso que no tengo perfectamente claro cuál será mi futuro y estoy asustada. También estoy entusiasmada y creo que se viene un año que me va a cambiar la vida. Ya me la ha cambiado en cierta forma y aún no me he ido. Seguro los cambios serán para bien, este es mi mantra de autoconsuelo para no enloquecer.

Mi resumén de los últimos meses sería: feliz, estresada, ocupada y meláncolica.

Pronto reportaré desde Estados Unidos. Que no se me note el susto!