jueves, 13 de febrero de 2014

Del ejercicio y mis rasgos obsesivos

Legal Disclaimer: En este post hablará la Catalina que se cree General, la que se manda directo a lo que quiere sin dudarlo y  la que al visualizar una meta no entiende de razones. La Catalina rayada y obsesiva.

Como conté en el post anterior, este año estoy super enfocada en el tema de hacer de mi cuerpo el mejor que haya tenido nunca.

Señoras y señores, gente fit y enfermiza del mundo: Me les uno.

Yo siempre he sido como flaquita y como desde los 14 o 15 años he encontrado en el deporte disciplinado una alegría y energía que me envicia. Quienes me conocen saben que si bien he tenido épocas en que no voy mucho al gimnasio o no hago mucho deporte, he tenido otras en las que puedo ir todos los días de mi vida y hacerlo religiosamente como quien paga una promesa. He tenido épocas en que dejar de ir un día al gimnasio me ha dado mucho mal genio, en que llegar tarde al entrenamiento de futbol me ha sacado de casillas y en que el ejercicio ha sido parte de mi día a día. En general, se podría decir que desde hace muchos años siempre he tratado de tener el deporte en mi vida.

Este año, quiero tener el deporte en rutina como tengo la cepillada de dientes, el duchazo de la mañana o comer.

No quiero adelgazar (o bueno si un poquito), lo que quiero es tener los cuadritos, un abdomen perfecto, rayado, en donde no se esconda ni un gramo de grasa y se dejen ver unos hermosos, definidos y bien trabajados abdominales que me hagan sentir orgullosa de mi esfuerzo y de mi cuerpo (No es que no lo esté ya). Es una obsesión, una especie de voz interna que me dice que sería bacanisimo estar super definida y sentirme con energía todos los días de mi vida. Una voz que me dice: Cata, dale, usa ese cuerpo tan bacano y privilegiado que tenés y sácale el máximo provecho, aprovechá que no está enfermo, ponelo a sudar, a ser fuerte y a liberar endorfinas, llévalo al máximo!

Quiero ser una Margarita Rosa de Francisco (Lea su historia de adicción al ejercicio aquí)  que todos los días entrena, esfuerza su cuerpo al máximo y se ve al espejo y dice siiiii, ahí están esas horitas de entrenamiento y comida sana, se ven, debajo de esos músculos definidos está la Catalina que tiene una tremenda disciplina y que es capaz de trabajar sin descanso para conseguir lo que quiere.

No es que quiera responde a un estandar de belleza en particular (o tal vez insconcientemente si, no lo sé), lo que quiero es sentirme bien conmigo misma todos los días, no porque no me sienta bien como soy ahora, yo creo que estoy muy bien, sino porque quiero tanto a mi cuerpo, que le quiero seguir dando lo mejor y conservarlo en la mejor forma posible, hacerlo mejor cada vez, no descuidarlo al pasar los años y llegar con vitalidad a la vejez. Ademas, como este tema implica tanta disciplina, me hace sentir orgullosa el hecho de saber que lo logro, que 6 de 7 días a la semana tengo la fuerza de voluntad tan tesa de pararme a entrenar, que aún cuando quisiera estar durmiendo o tragándome una hamburguesa tengo una mente tan fuerte que me impulsa a entrenar, a comer bien y a no desistir y así lo hago, me encanta sentir que mi voluntad es de acero y puedo hacer lo que quiera si así lo decido (Obvio me doy y me daré mis licencias).

Es una cuestión como de vanidad, de vanidad estética y de vanidad mental. Es una cuestión de demostrarme que no solo tengo un cuerpo fuerte sino una mente aún mas fuerte. Que poder!

Esto del ejercicio envicia y creo que se vuelve adictivo precisamente porque uno dando pequeños pasitos todos los días va viendo resultados enormes al transcurrir el tiempo, porque uno se da cuenta de que el esfuerzo vale la pena, porque se da cuenta de que si uno le meta ganas y disciplina a cada cosa que se propone, seguro la logra. Le devuelve a uno la confianza en uno mismo (si puedo hacer ejercicio todos los días por qué no voy a poder sacar adelanta el reto de aplicar y hacer una maestría afuera? Algo que también muuuchos hacen). Es una cosa muy tesa lo que le pasa a uno por dentro cuando ve todos esos cambios por fuera y, como dice Margarita Rosa, porque hacer ejercicio y comer sano todos los días, es como una pequeña victoria diaria contra la dejadez y la pereza. Es una lucha que se gana contra la rutina de trabajar y llegar a la casa a ver televisión y dormir y repita tooodos los días.

Entrenar y comer bien me da alegría, este año quiero darme mas tiempo para esa alegría y para demostrarme que puedo hacer de mi cuerpo (y de mi vida) lo que yo quiera.

Hecho así mi manifiesto, me voy a entrenar, la felicidad de hacerlo me espera :)


Tomada de Google


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