Ha sido genial, no tenemos nada que hacer, ja aja, pues nada extraño, cuando uno va de visita a otra ciudad espera salir, pasear, no parar, pero esta vez, no.
Podemos estar todo el tiempo hablando, riendo, fastidiando (tan desesperantemente como solo nosotras nos sabemos fastidiar) y es parte de la cotidianidad, inexplicablemente, a pesar de la distancia.
No hay nada raro que hacer, compartir con la misma alegría, con la misma energía y confianza, es una sensación de plenitud como si fuera el día a día pero en el fondo es un privilegio, hace parte de una despedida a la que le temo inmensamente que me perturba y en la que prefiero no pensar, hace parte de esa extraña cotidianidad, que quiero tener a la mano como ha sido siempre, esa presencia intangible, esa compañia silenciosa, ese muro en el que se pueden reflejar los sentimientos mas puros y mas sucios, donde se refLeja la maldad, el lado oscuro, los temores, los sueños, donde me atrevo a escribir sin miedos, eso representa esta amistad, un silencio inquebrantable, una historia que esta llena de despedidas y que llenamos, aun asi, de confianza, de fe, de esperanza, de una certeza que nacio de la nada en que por "un por siempre" será así y siempre es así y lo mejor, nunca dudo que será así... TQT´
Por petición del autor... GELO
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